EL 25 de abril de 1945 se procedió a la apertura de la Conferencia de San Francisco, en la que participaron 50 países. Concluyó sus trabajos el 16 de junio de 1945 con la firma, el 26 de ese mismo mes, de los textos de la Carta de las Naciones Unidas y del Estatuto del Tribunal de Justicia. Aunque todavía habría que esperar hasta el 24 de octubre para que se constituyese oficialmente la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras el depósito de las ratificaciones de la mayoría de países signatarios, incluidos los cinco miembros permanentes, y Polonia, que se adhirió a ambos documentos, aunque no había participado en la Conferencia de San Francisco.
Creo importante hacer tres comentarios acerca de la época y la manera en que se creó la ONU. La primera es que ya antes de la fecha arriba mencionada se dieron pasos hacia la constitución de una organización que cumpliese los objetivos que ésta asumió. El primer paso importante fue la Carta del Atlántico (12 de agosto de 1941) en la que mediante la declaración conjunta de Churchill y Roosevelt se afirma :``el establecimiento de un sistema de seguridad general más amplio y permanente´´ así como ``la más amplia colaboración entre todas las naciones...´´. Unos meses más tarde (el 1 de enero de 1942), los países aliados formulan en Washington la Declaración de las Naciones Unidas, en la que se reafirman los puntos más importantes de la Carta del Atlántico y se manifiesta la intención de proseguir la guerra hasta el triunfo final. El siguiente -y último- punto importante previo a la creación de la ONU es la Declaración de Moscú (30 de octubre de 1943), firmada por los EEUU, La Unión Soviética, el Reino Unido y China donde figura por primera vez una manifestación clara e inequívoca de :``la necesidad de crear, a la mayor prontitud posible, una organización internacional general, basada en el principio de igualdad soberana de todos los estados amantes de la paz, y abierta a todos los estados que cumplan esta condición, grandes y pequeños, para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales´´. Se puede apreciar que, en el tiempo transcurrido, se había logrado perfilar el acuerdo básico entre las grandes potencias aliadas en torno a los campos prioritarios de actuación de la futura organización. Estos eran básicamente dos: el relativo a la seguridad internacional y todo lo relacionado con un orden social, económico y jurídico para la postguerra.
Estos dos campos prioritarios están vinculados a los otros dos apuntes que hay que hacer en torno a la creación de la ONU. El primero, relativo a la seguridad internacional, es una cuestión esencial en la creación y propósitos de la ONU (el artículo primero hace expresa referencia a la guerra y a la importancia de la seguridad para prevenirla) y es que nos encontramos en el momento álgido de la Segunda Guerra Mundial en el momento de su creación.
El segundo, lo relacionado con un orden social, económico y jurídico. En este aspecto, hay que destacar que los Estados Unidos y el Reino Unido tenían especial interés por diferenciar la dimensión económica de la estrictamente jurídico-política en ese nuevo orden mundial, algo que quedó plasmado en la celebración de la Conferencia de Bretton Woods (del 1 al 22 de julio de 1944) que tenía como objetivo constituir un nuevo sistema monetario y comercial. A través del impulso de estos dos países, se convocó en ese balneario de New Hampshire a 44 países para pensar las causas de la guerra y pensar económicamente la posguerra. Aunque el grueso de lo que después se firmaría había sido acordado previamente por los EEUU, Gran Bretaña y Canadá como potencias industriales en situación de dominación, la puesta en escena era importante. Se trataba de superar la anarquía del período de entreguerras, invitando a todos los países integrantes a cumplir una serie de preceptos, al tiempo que supeditaban parte de su comportamiento a unas nuevas instituciones financieras: el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Fomento -futuro Banco Mundial-, el Fondo Monetario Internacional (ambas creadas en 1944), y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio -el GATT, nacido en 1947 y que se convertiría a partir de 1994 en la Organización Mundial del Comercio-. Hay que resaltar que esta triada de agencias e instituciones han sido y son muy funcionales a la hora de conservar la supremacía de los intereses de los Estados Unidos y regular el funcionamiento del sistema internacional para asegurar su adecuación a dichos intereses.
Para terminar, quisiera analizar uno de los principios declarativos (aquellos principios que formulan los valores jurídico-políticos esenciales sobre los que se sustenta todo el entramado de relaciones entre los propios estados miembros o de éstos con la Organización). El principio de universalidad de la paz y seguridad internacionales. Este principio subraya la idea de que el logro y mantenimiento de la paz y seguridad internacionales no son únicamente unos objetivos importantes para la Organización y sus miembros, sino que constituyen unos valores fundamentales de las relaciones entre todos los miembros de la sociedad internacional con independencia de su pertenencia a las Naciones Unidas. Esta dimensión universal nace tanto de la experiencia inmediata que los países aliados habían adquirido sobre las dimensiones mundiales que los conflictos bélicos podían adquirir, como de la creciente conciencia de la mutua vulnerabilidad que en el plano político-militar poseían todos los países, especialmente a partir de la experiencia nuclear. La paz y la seguridad internacionales, en cuanto principios universales, marcan los límites de la soberanía estatal y condicionan los medios que la Comunidad Internacional considera aceptables para que los estados se relacionen entre sí.
Este principio, en sí mismo parece ser acertado y tener una vocación pacífica evidente, pero creo que se podría matizar algún aspecto. Por ejemplo, en la Carta de San Francisco el fenómeno de la paz aparece íntimamente asociado al de la seguridad. Los países fundadores no conciben unas posibilidades serias de alcanzar y garantizar la paz internacional sin instrumentos eficaces que generen y perpetúen la seguridad entre los países de la sociedad internacional (algo muy cuestionable si se entiende por instrumentos eficaces el disponer de un potente ejército para coaccionar a los países que pudieran suponer un peligro para el mantenimiento de la paz). Y, con relación a la paz y la seguridad, sería interesante preguntarse hasta qué punto la libertad de un país (personalmente creo que es mejor promover la paz mediante la libertad de cada país sin afectar la libertad de otros) puede amenazar la seguridad de otro y en caso de verse amenazada que medidas podría tomar el país (o la ONU) para garantizar su propia seguridad. Estoy pensando al poner este ejemplo en la relación que tuvieron los EEUU en el golpe de Estado en Chile contra el gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Probablemente, los Estados Unidos veían amenazados sus intereses particulares en América Latina si el gobierno de Allende continuaba (y peor aún si se extendían este tipo de gobiernos por el resto del continente). Y es que la libertad que deseaban los chilenos al elegir democráticamente a su gobierno, , los EEUU lo interpretaron, si no un peligro para su seguridad, si para sus intereses (especialmente económicos). Y podemos ver muchos ejemplos como este (casi siempre con los Estados Unidos como protagonistas), en el reciente caso de la guerra de Iraq, con la supuesta existencia de armas de destrucción masiva y con la excusa de la seguridad internacional, se organizó una guerra ilegal que, a pesar de la negativa de la ONU, se llevó a cabo. Lo que hace preguntarse qué capacidad tiene la ONU para detener acciones que comporten la ruptura de la paz internacional como las que llevaron a cabo EEUU, Reino Unido y España (especialmente, qué capacidad tiene si alguno de sus miembros permanentes es el que lleva a cabo estas acciones). Hay muchos más ejemplos, la ONU toleró con total pasividad el sabotaje al proceso de paz en Angola pero colaboró activamente en los esfuerzos por sacar a Milosevic de Bosnia y Kosovo, objetivos de primer orden de la OTAN. En relación a esta última conviene no olvidar el bochornoso papel desempeñado por ésta última en la crisis de los Balcanes: ante la imposibilidad norteamericana de obtener en el marco de la ONU un refrendo para su política belicista y genocida en Yugoslavia, el gobierno de Clinton optó por servirse de la OTAN para tales propósitos. Con lo que se vuelve a demostrar la incapacidad real de la ONU de impedir los comportamientos bélicos (especialmente de su miembro más importante).
Bibliografía:
Atilio A. Boron (2002): La estructura de la dominación mundial.*
Calduch, Rafael (1991): Relaciones Internacionales. Ed. Ciencias Sociales.
Monedero, Juan Carlos (2009): Disfraces del Leviatán. Ed. Akal.
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