jueves, 15 de diciembre de 2011

Cumbre europea

Respecto a la última cumbre europea celebrada los días 9 y 10 de diciembre de este mismo año, hago una valoración tremendamente negativa porque simplemente se continúa la política de austeridad que marcan “los mercados”, es decir, el gran capital.

El principal problema que se ha puesto sobre la mesa y que tratan de resolver los dirigentes europeos es el de la deuda soberana de los diferentes países de la -supuesta- Unión Europea. Cuando el problema de la deuda soberana es infinitamente menor al problema de la deuda privada, de las grandes corporaciones y entidades financieras, que de momento han costado 1,6 billones de euros públicos que han sido inyectados a la banca europea. El fondo de rescate es de 0,4 billones de euros y, sin embargo, para aplicar dicho plan de rescate se exigen unas medidas, que afectan a la población con menos recursos, draconianas (¿vendrá el término de Draghi?), mientras que a la hora de inyectar dinero público a los bancos no se exige ninguna medida (imponer salarios máximos, exigir dar créditos con el dinero del rescate...), de hecho, se dice que existe una nacionalización de ciertos bancos que no es tal ya que la gestión y beneficios de dicho banco siguen en las mismas manos.

Se nos intenta vender (o mejor dicho, se nos vende) la idea de que el mayor problema de Europa ahora mismo es la inflación (tanto es así que en la página web del BCE, se difunden unos videos educativos para niños en los que se representa a la inflación como un gran monstruo azul que no nos permite comprar nada). Pero, ¿es la inflación el peor de los peligros que se cierne hoy en día sobre Europa? ¿Peor que el paro? Es cierto que una hiperinflación como la que existió en la Alemania del período de entreguerras sería nefasto para la economía europea, pero esta es la inflación con la que se nos asusta, que no tiene nada que ver con una inflación del 3% o 4% (el límite para el BCE es del 2%). La inflación perjudica a quien tiene ahorros y beneficia a quien tiene deudas, por eso ha sido la salida a las crisis de deuda más habitual. Pero mientras Merkel bloquee la emisión de eurobonos y el BCE no compre deuda soberana (en vez de los fondos privados de inversión) la salida de la crisis se antoja mucho más complicada. Respecto al paro, considero que es el principal problema de hoy en día (insisto, no la inflación). Sin embargo, en la declaración de siete folios que salió de la cumbre, no hay ninguna referencia al desempleo. Ni una propuesta para solucionar este drama, ni siquiera una línea o dos, ni una frase sin contenido real (de esas tan habituales en las cumbres de los dirigentes políticos). Nada. Se pone así de manifiesto cúales son las preocupaciones de la clase dirigente europea en estos momentos, plegarse a los dictados de los famosos “mercados”.

Tanto es así que Cameron, siguiendo las directrices de la City, no suscribió el acuerdo de esta cumbre. No lo suscribió porque existía la posibilidad de que se aprobase la tasa Tobin (que grava las transacciones financieras), esto hubiese sido un problema mayúsculo para uno de los mayores centros financieros del mundo (y por tanto para Gran Bretaña, ya que de ahí sale el 10% de su PIB) y es que aquí se lava dinero proveniente del tráfico de personas, de armas o de drogas y no conviene someterlo al control de Bruselas.

Para terminar, quisisera hacer referencia a un artículo de Lourdes Benería (profesora de Economía en la universidad de Cornell) y Carmen Sarasúa (profesora de Historia Económica de la Universidad Autónoma de Barcelona) publicado en el diario EL País el martes 29 de marzo de 2011 y que llevaba por nombre: Crímenes económicos contra la humanidad. El artículo comienza de la siguiente manera: “Según la Corte Penal Internacional, crimen contra la humanidad es: cualquier acto inhumano que cause graves sufrimientos o atente contra la salud mental o física de quien los sufre, cometido como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil”. No se me ocurre una mejor manera de definir los ataques que sufren estos días los distintos países de Europa a su deuda soberana por parte de los “mercados”. Hay que decir que acusar a éstos, es “quedarse en la superficie. Hay responsables y son personas e instituciones concretas”. Es muy habitual pedir responsabilidades a los científicos “naturales” o “puros” como pueden ser los médicos cuando fallan en su diagnóstico y por ello causa un perjuicio a la persona diagnosticada. ¿Por qué no sucede lo mismo con los científicos sociales? ¿Por qué no se les exige una responsabilidad ante sus diagnósticos erróneos, que son mucho más perjudiciales para un número mayor número de gente que el mal análisis que pueda hacer u médico? Considero que es fundamental poder pedir responsabilidades a los científicos sociales cuando sus diagnósticos sean erróneos, así pues, pienso que cuando se demuestre la ineficacia de la última cumbre europea (y ya están surgiendo los primeros síntomas del fracaso, como por ejemplo el hecho de que los ataques especulativos no han cesado, ni siquiera han dado un breve respiro) se debe poder juzgar a los responsables de tal fracaso.

Bibliografía:

Benería, L. y Sarasúa, C.: Crímenes económicos contra la humanidad



lunes, 28 de noviembre de 2011

Objetivo Decrecimiento

Hoy comienza la cumbre de Durban en la que se volverá a hablar sobre la necesidad de reducir la contaminación y de luchar contra el cambio climático (como se lleva haciendo desde hace dos décadas). Sin embargo, las emisiones siguen aumentando año tras año y la situación empeora de manera exponencial. Esto no sucede sólo porque los EEUU y China no se comprometan en cumplir los diferentes tratados que surgen de estas cumbres, sino porque, especialmente en Occidente, existe una manera de pensar muy corta de miras en lo que respecta al cuidado del medio ambiente.
  Somos el 20% de la población mundial los que consumimos el 80% de los recursos del planeta y pensamos no solamente que es posible continuar así, sino que es recomendable continuar aumentando el consumo. No se piensan cosas como de dónde procede la gasolina que ponemos en nuestro coche (en el que vamos solos) y es que como se afirma en el libro: Objetivo Decrecimiento, compuesto por una recopilación de artículos publicados en la revista Silence, "la gasolina huele a sangre". Podemos pensar en dos casos muy recientes como son Libia o Iraq o pensar como consiguen las grandes multinacionales petrolíferas "su" petróleo de América Latina.
  Pienso que existen dos problemas principales a la hora de luchar contra el calentamiento global, uno es la poca conciencia que existe entre la ciudadanía por lo que es necesario informarse (y que nos informen desde los medios de comunicación de masas) para resolver este primer punto y; el segundo problema es la falta de voluntad política para resolver este problema desde la raíz, no vale con contentarse haciendo pequeños gestos que al final no conducen a nada, como pueda ser el firmar estos tratados que, al final, sólo sirven para reducir un poco la contaminación por cada país firmante pero que no ataca la conciencia del "crecer por crecer" existente en las sociedades de consumo.
  Por eso recomiendo de manera vehemente el libro antes mencionado: Objetivo Decrecimiento. Colectivo revista Silence. (2006). Traducción de Javier Fernández de Castro.

jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Cultura? MALTRATO

http://www.publico.es/espana/408289/equo-y-pacma-lideran-las-listas-sin-escano

Es noticia relacionada con las elecciones que Equo es el partido sin representación parlamentaria más votada de la historia (es una gran noticia que haya conseguido algo más de 215.000 votos, sin contar los votos de su coalición con Compromis), sin embargo, me he fijado en el número de votos del siguiente partido más votado que se ha quedado fuera del Congreso de los Diputados: PACMA (Partido contra el Maltrato Animal), único partido verdaderamente animalista que existe hoy en día en España. Es de gran importancia resaltar que han conseguido un aumento del 126,7% en sólo tres años y han recibido un total de 101.557 votos en las pasadas elecciones. Esta es otra buena noticia que se añade a la reciente prohibición de las corridas de toros en Catalunya (sean cuales fueren los motivos originales para prohibirlas, la prohibición es buena).
Es necesario denunciar el maltrato animal y más en un país en el que dicho maltrato está institucionalizado y en el que se crece pensando que los animales son seres que existen exclusivamente para servir a los propósitos humanos. Se justifica así la experimentación con animales o las "fiestas" populares en que diversos animales son brutalmente maltratados. Normalmente, no se dice que el 60% de los experimentos con animales se realizan con fines militares (para aprender a matar mejor), el 30% se realizan para probar productos de limpieza (lejías, detergentes, etc.) o cosméticos. Y solamente el 10% de los experimentos realizados sobre animales son para investigar remedios contra enfermedades, muchos de los cuales no tienen ningún sentido al no tener los mismos efectos una cura en un animal que en una persona.
Respecto a las corridas de toros o las "fiestas populares" como el "Toro de la Vega"o el "Toro Embolado" se suele utilizar el estúpido argumento de que es cultura o una tradición y que por eso hay que conservar estos actos verdaderamente brutales. Es evidente que la cultura no es algo inamovible y estático que no puede ser cambiada bajo ningún concepto. También se puede considerar cultural la reciente condena a doce años de cárcel a una mujer afgana que ha sido violada por cometer adulterio o la  ablación de clítoris que se realiza en algunos países y no creo que nadie que defienda la tauromaquia (ni que tenga dos dedos de frente) sea capaz de defender estos casos apelando a la cultura.


Dejo un enlace a una web que explica muy bien en que consiste el Toro de la Vega:
http://www.torodelavega.org/

jueves, 17 de noviembre de 2011

"Técnicos"

El otro día vi el siguiente anuncio de Gas Natural:
Nada más escuchar al niño decir: "en ocasiones veo técnicos" me vino a la cabeza de manera instantánea Mario Monti, a partir de ese momento veía el anuncio de una manera diferente a como lo había visto el resto de veces. Afirma el niño que los técnicos "están por todas partes" y pensé en Italia, Grecia, (¿España, Portugal, Irlanda?) en vez de en la cocina y el salón. Continúa el chaval "arreglan cosas" y en vez de pensar en electrodomésticos pensaba en "arreglar economías" según el manual de Huntington: El orden político en las sociedades en cambio en el que afirma que el problema de las democracias es el exceso de democracia. Justo cuando terminaba de relacionar a los técnicos con el "arreglo" de la economía, dice el niño "vienen en menos de tres horas" en este punto en vez de escuchar horas, entendí consultas populares. Así continúa diciendo: "me dicen cosas increíbles como que puedes pagar lo mismo todos los meses de luz y gas", sin embargo yo seguía despistado y entendía que ibas a pagar más por la luz y el gas (y la sanidad, la educación pública, el transporte...). Menos mal que tras este anuncio vino uno de McDonald's mucho más simpático que hizo que me olvidará de los técnicos por un rato, hasta que empezó el telediario y ¡ahí estaban otra vez!

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Fotografía y realidad social


Qué es importante en el mundo y qué no, no lo fija la gran mayoría de acuerdo a sus reales necesidades. Lo establecen poderes que toman las decisiones en nombre de todos. Aquella fórmula marxista de “la ideología dominante de una época es la ideología de la clase dominante” es inobjetable: pensamos lo que esos grandes poderes quieren que pensemos.
  Esto lo podemos ver en innumerables órdenes de cosas, pero con los medios masivos de comunicación es donde se hace más descarnadamente evidente. ¿Quién decide ahí las prioridades? Pensamos lo que nos dan ya digerido a través de los medios. Cada vez más nuestra fuente de información y garantía de verdad en el mundo es una pantalla de televisión. Lo “importante” lo deciden los “importantes”. Y qué es importante y qué no, está en función de las agendas de esos poderosos.
Los países “poco importantes” son noticias en los noticieros sólo cuando se trata de catástrofes naturales, golpes de Estado, guerras o hechos sangrientos. De alguna manera, siempre están ligados a la noción de escándalo, de tragi-comedia. ¿Qué otra cosa podría esperarse de un “país bananero atrasado” desde esa lógica de dominación?
La fotografía que he escogido podría ser de muchos sitios, seguramente alguien piense en Somalia por ser un caso reciente, hay quien pueda pensar en Haití, o Sudán, o Níger. La fotografía es de un campamento en Uganda y si no fuese por el color de piel del niño, podría ser de muchos otros sitios como, por ejemplo, Guatemala. La he escogido porque ya ha pasado el "show somalí" de los medios de comunicación y ya casi nadie se acuerda de ellos, igual que ha pasado con Haití o con los terremotos en Chile o Turquía o con tantos otros casos que ocupan las primeras páginas de los periódicos durante unos pocos días y no se vuelve a hablar más de ellos hasta que sucede otra catástrofe.
No debemos olvidar que 925 millones de personas sufren desnutrición en el mundo y que como recuerda  Olivier de Schutter, relator especial de Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, "en el mundo hay comida suficiente para terminar con el hambre". El problema surge cuando la población no tiene recursos para acceder a esos alimentos debido, principalmente, al aumento de los precios causado por la especulación financiera que se hace con las materias primas.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Hablar por metáforas (de la crisis)

En cualquier noticia que salga de los medios de comunicación establecidos) podemos observar el uso de diferentes metáforas a la hora de hablar sobre la crisis. Las tres más importantes son ver la crisis como un fenómeno meteorológico; verla como si fuese un virus y, por último la crisis como impacto o golpe que recibimos. Estos tres puntos de vista son diferentes, sin embargo, tienen una relación muy estrecha.

Primeramente como fenómeno meteorológico, podemos verlo cuando se dice: “diseñado para mitigar los devastadores efectos del huracán financiero”. Hablar de esta manera de la crisis tiene diferentes implicaciones, a mi parecer la más importante es que da la sensación de que -igual que los fenómenos naturales- la crisis no tiene ningún causante o responsable directo. Además de no tener a nadie a quien culpar, existe la sensación de que no hay nada que se pueda hacer para detener la crisis, sólo podemos intentar protegernos ante ella (del mismo modo que un huracán no termina por medio de la acción humana y mientras dure, lo único que se puede hacer es protegerse lo mejor que se pueda). Así, se da a entender que la crisis, producto del sistema capitalista que hemos instaurado, es algo natural. Pero, como nos recuerda Isaac Rosa en su artículo La democracia en recesión: "El vendaval regresivo arrecia. Y no es viento: es que están soplando.

También se dice: “La crisis corre más que su medicina”. El hablar (y entender) la crisis como un virus tiene en común con el anterior punto de vista que se entiende que para salir de la crisis hay que aplicar alguna medicina recetada por los doctores (economistas que no la vieron venir y “tecnócratas”) y esperar en la cama intentando que no suba mucho la fiebre e intentar recuperarte lo mejor posible.

Por último, se habla de la crisis como si se tratase de algo que nos golpea y de lo que debemos buscar el refugio más próximo posible. “La crisis golpea, pero nuestro negocio es sólido”. Parece que el sistema económico es el dios de nuestros tiempos, que nos castiga con la crisis y los momentos de recesión económica como antiguamente con las plagas o las malas cosechas. Se da a entender, nuevamente, que la crisis es algo natural que no podemos detener. Aquí recuerdo a Feuerbach cuando decía que los valores que los hombres atribuían a los dioses eran en realidad sus propios valores, del mismo modo, la crisis la hemos creado nosotros y es que si que es natural al sistema económico actual, pero han sido algunas personas concretas quienes han ayudado a desarrollar dicho sistema, que no es el que ha existido toda la Historia y es, por tanto, reemplazable.

La conexión evidente entre estas tres metáforas es que reflejan la inevitabilidad de la crisis y sus consecuencias sociales. Hay que desmentir estas ideas y es que si existe una posible salida a la crisis que no pase por el empeoramiento de las condiciones de quien menos tiene (tiene menos en cuanto a renta, propiedad, etc., pero también quien menos tiene que ver con la causa y desarrollo de la crisis). Recientemente el primer ministro griego Papandreu ha dicho que realizaría un referéndum sobre el segundo rescate a Grecia. Acto seguido, los poderes económicos y los poderes políticos han puesto el grito en el cielo ante lo que es un acto absolutamente democrático (y necesario). Los “expertos” están seguros de que si se rechaza el rescate en dicho referéndum vendrá una situación ruinosa, los mismos expertos que maquillaron las cuentas griegas para que pudiese entrar en el euro y que no vieron venir la crisis. Pienso que lo que más asusta a “los mercados” y a los líderes políticos que les rinden pleitesía es que en caso de que se vote “no al rescate” veremos que hay una solución diferente a la que ellos mismos proponen, mejor o peor, (pero creo que dichos mercados carecen de crédito para seguirles haciendo caso sin cuestionar lo que dicen).

Como vemos, la manera de hablar determina la manera que tenemos de pensar, por ello debemos cambiar nuestro lenguaje para cambiar nuestro pensamiento. Es una tarea difícil porque pienso que, hasta cierto punto, este lenguaje se nos intenta imponer desde la clase dirigente, pero debemos “hablarnos a nosotros mismos desde fuera” para ver las metáforas y los diferentes recursos literarios que utilizamos, pensar acerca de ellos y acerca de las consecuencias que tiene el hablar de ese modo.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Resolución 242

La resolución 242 de la ONU del 22 de noviembre de 1967 dice así:

El Consejo de Seguridad,
Expresando su constante preocupación por la grave situación en el Oriente Medio,
Insistiendo en la inadmisibilidad de la adquisición de territorio por medio de la guerra y en la necesidad de trabajar por una paz justa y duradera, en la que todos los Estados de la zona puedan vivir con seguridad,
Insistiendo además en que todos los Estados Miembros, al aceptar la Carta de las Naciones Unidas, han contraído el compromiso de actuar de conformidad con el Artículo 2 de la Carta,
1. Afirma que el acatamiento de los principios de la Carta requiere que se establezca una paz justa y duradera en el Oriente Medio, la cual incluya la aplicación de los dos principios siguientes:
i) Retiro de las fuerzas armadas israelíes de los territorios que ocuparon durante el reciente conflicto;
ii) Terminación de todas las situaciones de beligerancia o alegaciones de su existencia, y respeto y reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los Estados de la zona y de su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas y libres de amenaza o actos de fuerza;
2. Afirma además la necesidad de:
a) Garantizar la libertad de navegación por las vías internacionales de navegación de la zona;
b) Lograr una solución justa del problema de los refugiados;
c) Garantizar la inviolabilidad territorial e independencia política de todos los Estados de la zona, adoptando medidas que incluyan la creación de zonas desmilitarizadas;
3. Pide al Secretario General que designe un Representante Especial que marche al Oriente Medio, para establecer y mantener contactos con los Estados interesados a fin de promover un acuerdo y de ayudar en los esfuerzos para lograr una solución pacífica y aceptada, de acuerdo con las disposiciones y principios de la presente resolución;
4. Pide al Secretario General que informe lo antes posible al Consejo de Seguridad sobre el progreso de los esfuerzos del Representante Especial.

Aprobada por unanimidad en la 1382ª sesión.


En 1947, Naciones Unidas estableció un Plan de Partición para Palestina, que comprendía dos estados, judío y árabe, y un régimen especial para la ciudad de Jerusalén. En 1948 se autoproclamó el Estado de Israel, inmediatamente las tropas británicas se retiraron del protectorado que mantenían desde el final de la Primera Guerra Mundial y se produjo el ataque de los países árabes. La primera guerra árabe-israelí supuso, primero, para Israel, ganar varios miles de kilómetros y segundo, supuso el inicio del problema de los refugiados palestinos.
En 1967 y durante la Guerra de los Seis Días, Israel ocupó la franja de Gaza y el Sinaí a Egipto, Cisjordania a Jordania y los altos del Golán a Siria. Como consecuencia de ello, se originó esta resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Un poco antes en 1964 se funda la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), al poco tiempo la facción encabezada por Yasser Arafat, Fatah, tomaba el control de la organización y, tras la derrota árabe en la Guerra del Yom Kippur de 1973, comenzó a adquirir mayor protagonismo en la lucha contra la ocupación israelí. Los ataques llevados a cabo desde el Líbano (la OLP se instaló allí tras ser expulsada de Jordania) terminaron con la invasión de Israel a este país en 1982.
En 1987, iniciándose en la franja de Gaza, tuvo lugar la Primera Intifada (levantamiento popular), tanto la desproporcionada respuesta israelí como la cobertura de los medios de comunicación volvieron a poner en primer plano el problema palestino (la causa palestina había sido relegada a un segundo plano en lo referente a la opinión pública mundial).
Las posteriores conversaciones de paz culminaron con la firma de los Acuerdos de Oslo, en 1993. Estos incluían el mutuo reconocimiento entre Israel y la OLP, la creación de una autonomía palestina en los territorios ocupados, el fin de la Intifada y cese de la violencia, en definitiva, una serie de medidas que pudieran propiciar en el futuro abordar los asuntos más complicados, como el estatuto de Jerusalén, el regreso de los refugiados y un futuro Estado palestino. Sin embargo, siete años después ambas partes mostraban sus desavenencias acerca del cumplimiento de los Acuerdos.
Así en el año 2002 se forma el cuarteto de Madrid (EEUU, la Unión Europea, la Federación Rusa y las Naciones Unidas) que hará entrega de la llamada ``Hoja de Ruta´´ a palestinos e israelíes y que constituye un plan que pretende la completa resolución del conflicto entre ambos pueblos en el horizonte de 2005 (evidentemente, ha fracasado). En términos generales, el documento establece que la solución: ``[…] sólo se conseguirá mediante el final de la violencia y el terrorismo cuando el pueblo palestino tenga un liderazgo que actúe de forma decisiva contra el terror y desee y sea capaz de construir una democracia basada en la tolerancia y la libertad´´. De forma simultánea, considera que es imprescindible que Israel demuestre y haga ``lo que sea necesario para crear un Estado palestino democrático´´, comenzando por la retirada de sus tropas a las posiciones anteriores a la reocupación de territorios.
El documento estima como necesarias tres fases para el proceso de pacificación y, al mismo tiempo, señala que el paso de una a la siguiente depende tanto de la buena voluntad de las partes como del criterio del propio Cuarteto acerca de los progresos.
En la primera de las fases se trata de que las partes se comprometan a devolver la situación tal y como estaba previa a la Intifada, pacificando la zona e intentando reconstruir la confianza perdida.
Si las partes, a juicio del Cuarteto, hubieran cumplido sus obligaciones, la segunda fase prevé la creación de un Estado palestino independiente con fronteras provisionales, como paso intermedio hacia un acuerdo permanente de paz. `` […] La Fase II comienza después de las elecciones palestinas, y concluye con la posible creación de un Estado palestino de fronteras provisionales en 2003´´, señala el documento.
Finalmente, la tercera fase prevé para el 2005 un acuerdo final entre las partes que incluye las fronteras definitivas y la resolución de los problemas más complicados, como el estatuto de Jerusalén, los refugiados palestinos y los asentamientos judíos, principales puntos de fricción en todos los procesos anteriores.

La resolución 242 de la ONU del 22 de noviembre de 1967 resulta (como el resto de resoluciones de la ONU), en principio, positiva ya que se propone el retiro de las fuerzas armadas israelíes, el cese de actividades beligerantes, etc. Sin embargo, estas ``buenas intenciones´´ no suelen traducirse en hechos. Por ejemplo, ¿Por qué Israel ha dado instrucciones a sus embajadores, su lobby en Occidente y sus obedientes medios de librar una guerra contra el reconocimiento de Palestina (el 20% de la Palestina histórica) en la ONU?
Si se le niega el reconocimiento, el statu quo se mantiene, pero si se acepta, ¿qué diferencia hay? No hace falta decir que la OTAN no se utilizará para implementar la voluntad de la comunidad internacional, como se hizo en muchos otros casos. La ONU puede condenar la agresión israelí y la ocupación del territorio de "un Estado miembro independiente". Pero esa condena, simplemente sumará una pulgada a la pila de numerosas resoluciones que fueron ignoradas por el estado sionista. Como está respaldado por Estados Unidos, será capaz de hacerlo sin una sola amenaza de sanciones.
Pero lo que es más peligroso, y probable, es que esto abra el camino a "negociaciones de paz", respaldadas por Europa y Norte América que acepten un mini-estado palestino. Después de "arduas negociaciones" y "dolorosas concesiones" un acuerdo será alcanzado y las celebraciones se llevarán a cabo en la Casa Blanca con un apretón de manos y sonrisas por todas partes. Este mini-estado será una inexistencia, sin capacidad para defenderse; sin control sobre sus fronteras, espacio aéreo o territorio; sin control sobre sus recursos hídricos; y sus fronteras definitivas serán " acordadas" a través del "intercambio de tierras" y, posiblemente, la forzada "transferencia" de sus habitantes. Este es precisamente el mini-estado que Shimon Peres y Ehud Olmert deseaban y creían que era absolutamente necesario, porque, de lo contrario, "Israel llegará a su fin”.
Y es que si este mini-estado no fuese aceptado y se reclamase (y estableciese) el Estado de Palestina con los territorios históricos, Israel desaparecería ya que no es propietario de la tierra que ocupó en 1948, ni los territorios que ocupó en 1967. Y no queremos que eso pase.
No se puede pedir la paz en un territorio cuando ni siquiera reconoces los derechos de un pueblo al que le pides (exiges) concesiones que son absolutamente injustas y no se puede pretender (en referencia al Cuarteto de Madrid) decidir cómo debe ser el proceso de paz y que sea una exigencia el visto bueno de dicho cuarteto, cuando a una de las partes si le reconoces los derechos como Estado soberano y a la otra, se los niegas.

Bibliografía:

Fernández Gómez, M. y Peco Yeste, M. (2003): El Conflicto Palestino-Israelí.

www.middleeastmonitor.org.uk

www.un.org/es

domingo, 6 de noviembre de 2011

ONU

EL 25 de abril de 1945 se procedió a la apertura de la Conferencia de San Francisco, en la que participaron 50 países. Concluyó sus trabajos el 16 de junio de 1945 con la firma, el 26 de ese mismo mes, de los textos de la Carta de las Naciones Unidas y del Estatuto del Tribunal de Justicia. Aunque todavía habría que esperar hasta el 24 de octubre para que se constituyese oficialmente la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras el depósito de las ratificaciones de la mayoría de países signatarios, incluidos los cinco miembros permanentes, y Polonia, que se adhirió a ambos documentos, aunque no había participado en la Conferencia de San Francisco.

Creo importante hacer tres comentarios acerca de la época y la manera en que se creó la ONU. La primera es que ya antes de la fecha arriba mencionada se dieron pasos hacia la constitución de una organización que cumpliese los objetivos que ésta asumió. El primer paso importante fue la Carta del Atlántico (12 de agosto de 1941) en la que mediante la declaración conjunta de Churchill y Roosevelt se afirma :``el establecimiento de un sistema de seguridad general más amplio y permanente´´ así como ``la más amplia colaboración entre todas las naciones...´´. Unos meses más tarde (el 1 de enero de 1942), los países aliados formulan en Washington la Declaración de las Naciones Unidas, en la que se reafirman los puntos más importantes de la Carta del Atlántico y se manifiesta la intención de proseguir la guerra hasta el triunfo final. El siguiente -y último- punto importante previo a la creación de la ONU es la Declaración de Moscú (30 de octubre de 1943), firmada por los EEUU, La Unión Soviética, el Reino Unido y China donde figura por primera vez una manifestación clara e inequívoca de :``la necesidad de crear, a la mayor prontitud posible, una organización internacional general, basada en el principio de igualdad soberana de todos los estados amantes de la paz, y abierta a todos los estados que cumplan esta condición, grandes y pequeños, para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales´´. Se puede apreciar que, en el tiempo transcurrido, se había logrado perfilar el acuerdo básico entre las grandes potencias aliadas en torno a los campos prioritarios de actuación de la futura organización. Estos eran básicamente dos: el relativo a la seguridad internacional y todo lo relacionado con un orden social, económico y jurídico para la postguerra.

Estos dos campos prioritarios están vinculados a los otros dos apuntes que hay que hacer en torno a la creación de la ONU. El primero, relativo a la seguridad internacional, es una cuestión esencial en la creación y propósitos de la ONU (el artículo primero hace expresa referencia a la guerra y a la importancia de la seguridad para prevenirla) y es que nos encontramos en el momento álgido de la Segunda Guerra Mundial en el momento de su creación.

El segundo, lo relacionado con un orden social, económico y jurídico. En este aspecto, hay que destacar que los Estados Unidos y el Reino Unido tenían especial interés por diferenciar la dimensión económica de la estrictamente jurídico-política en ese nuevo orden mundial, algo que quedó plasmado en la celebración de la Conferencia de Bretton Woods (del 1 al 22 de julio de 1944) que tenía como objetivo constituir un nuevo sistema monetario y comercial. A través del impulso de estos dos países, se convocó en ese balneario de New Hampshire a 44 países para pensar las causas de la guerra y pensar económicamente la posguerra. Aunque el grueso de lo que después se firmaría había sido acordado previamente por los EEUU, Gran Bretaña y Canadá como potencias industriales en situación de dominación, la puesta en escena era importante. Se trataba de superar la anarquía del período de entreguerras, invitando a todos los países integrantes a cumplir una serie de preceptos, al tiempo que supeditaban parte de su comportamiento a unas nuevas instituciones financieras: el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Fomento -futuro Banco Mundial-, el Fondo Monetario Internacional (ambas creadas en 1944), y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio -el GATT, nacido en 1947 y que se convertiría a partir de 1994 en la Organización Mundial del Comercio-. Hay que resaltar que esta triada de agencias e instituciones han sido y son muy funcionales a la hora de conservar la supremacía de los intereses de los Estados Unidos y regular el funcionamiento del sistema internacional para asegurar su adecuación a dichos intereses.

Para terminar, quisiera analizar uno de los principios declarativos (aquellos principios que formulan los valores jurídico-políticos esenciales sobre los que se sustenta todo el entramado de relaciones entre los propios estados miembros o de éstos con la Organización). El principio de universalidad de la paz y seguridad internacionales. Este principio subraya la idea de que el logro y mantenimiento de la paz y seguridad internacionales no son únicamente unos objetivos importantes para la Organización y sus miembros, sino que constituyen unos valores fundamentales de las relaciones entre todos los miembros de la sociedad internacional con independencia de su pertenencia a las Naciones Unidas. Esta dimensión universal nace tanto de la experiencia inmediata que los países aliados habían adquirido sobre las dimensiones mundiales que los conflictos bélicos podían adquirir, como de la creciente conciencia de la mutua vulnerabilidad que en el plano político-militar poseían todos los países, especialmente a partir de la experiencia nuclear. La paz y la seguridad internacionales, en cuanto principios universales, marcan los límites de la soberanía estatal y condicionan los medios que la Comunidad Internacional considera aceptables para que los estados se relacionen entre sí.

Este principio, en mismo parece ser acertado y tener una vocación pacífica evidente, pero creo que se podría matizar algún aspecto. Por ejemplo, en la Carta de San Francisco el fenómeno de la paz aparece íntimamente asociado al de la seguridad. Los países fundadores no conciben unas posibilidades serias de alcanzar y garantizar la paz internacional sin instrumentos eficaces que generen y perpetúen la seguridad entre los países de la sociedad internacional (algo muy cuestionable si se entiende por instrumentos eficaces el disponer de un potente ejército para coaccionar a los países que pudieran suponer un peligro para el mantenimiento de la paz). Y, con relación a la paz y la seguridad, sería interesante preguntarse hasta qué punto la libertad de un país (personalmente creo que es mejor promover la paz mediante la libertad de cada país sin afectar la libertad de otros) puede amenazar la seguridad de otro y en caso de verse amenazada que medidas podría tomar el país (o la ONU) para garantizar su propia seguridad. Estoy pensando al poner este ejemplo en la relación que tuvieron los EEUU en el golpe de Estado en Chile contra el gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Probablemente, los Estados Unidos veían amenazados sus intereses particulares en América Latina si el gobierno de Allende continuaba (y peor aún si se extendían este tipo de gobiernos por el resto del continente). Y es que la libertad que deseaban los chilenos al elegir democráticamente a su gobierno, , los EEUU lo interpretaron, si no un peligro para su seguridad, si para sus intereses (especialmente económicos). Y podemos ver muchos ejemplos como este (casi siempre con los Estados Unidos como protagonistas), en el reciente caso de la guerra de Iraq, con la supuesta existencia de armas de destrucción masiva y con la excusa de la seguridad internacional, se organizó una guerra ilegal que, a pesar de la negativa de la ONU, se llevó a cabo. Lo que hace preguntarse qué capacidad tiene la ONU para detener acciones que comporten la ruptura de la paz internacional como las que llevaron a cabo EEUU, Reino Unido y España (especialmente, qué capacidad tiene si alguno de sus miembros permanentes es el que lleva a cabo estas acciones). Hay muchos más ejemplos, la ONU toleró con total pasividad el sabotaje al proceso de paz en Angola pero colaboró activamente en los esfuerzos por sacar a Milosevic de Bosnia y Kosovo, objetivos de primer orden de la OTAN. En relación a esta última conviene no olvidar el bochornoso papel desempeñado por ésta última en la crisis de los Balcanes: ante la imposibilidad norteamericana de obtener en el marco de la ONU un refrendo para su política belicista y genocida en Yugoslavia, el gobierno de Clinton optó por servirse de la OTAN para tales propósitos. Con lo que se vuelve a demostrar la incapacidad real de la ONU de impedir los comportamientos bélicos (especialmente de su miembro más importante).







Bibliografía:
Atilio A. Boron (2002): La estructura de la dominación mundial.*

Calduch, Rafael (1991): Relaciones Internacionales. Ed. Ciencias Sociales.

Monedero, Juan Carlos (2009): Disfraces del Leviatán. Ed. Akal.